Hace unos diez días tuve la oportunidad de conocer el Archipiélago de Estocolmo (Stockholm Skärgård para los locales). Está sobre el mar Báltico y lo componen alrededor de veinticuatro mil islas, la mayoría de ellas pertenecientes al estado sueco. El archipiélago va desde la misma ciudad de Estocolmo (de hecho para embarcar hicimos una media hora en autobus) hasta meterse unos 60 km en mar abierto.
Es el sitio de veraneo por excelencia para los habitantes de la ciudad que suelen tener allí sus casas de fin de semana para el verano sueco. La mayoría de las islas, sin embargo, están vacías y pertenecen al estado aunque como pasa en todo Suecia, las tierras públicas son utilizables por la población, esto es, pueden desembarcar y acampar y nadie les va a decir nada si no quiebran ninguna ley.
Después de andar por el archipiélago un buen rato tuve la oportunidad de degustar una verdadera comida escandinava (según mi acompañante Peter Lindblom: la misma que hubiera pedido mi bisabuelo) en el Waxholms Hotell, en la ciudad veraniega de Vaxholm. que toma su nombre del castillo de Vaxholm, construido por Gustav Vasa, para defender Estocolmo de los dinamarqueses.
Arenque en escabeche con papas y queso Västerbotten |
Arenque frito con lingonberries, manteca clarificada y papas |
Bäska droppar |
La comida consistió en una entrada de arenque en escabeche con papas y queso Västerbotten y el principal en arenque frito con lingonberries, manteca clarificada y también papas, todo esto regado con cerveza y bäska droppar.
Por las caras del mozo en un momento pensé que estaba en problemas y que los suecos se iban a reir de mi, pero nada más lejos de la realidad, la comida fue fabulosa y el ambiente impresionante.
Hotel Waxholm |
Nota relacionada: El desafío de comer en Escandinavia (Fondo de Olla)
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